TERRORISTAS ELECTOS
El Manifiesto “ETA, fuera de las instituciones” leído por Fernando Savater ha caído en el olvido. ANV, y otros títeres de ETA, que utilizan el chantaje, la extorsión y los “accidentes” para intentar implantar su modelo político: un estado vasco homogéneo y nazionalista, concurren a las elecciones municipales del País Vasco. Las críticas de Mariano Rajoy a la permisividad itinerante de Zapatero y su “proceso de paz” no responden al oportunismo inepto (modelo Guerra de Irak), sino que hay que plantearse sus repercusiones políticas, económicas y éticas.
El acceso a las instituciones de estas organizaciones ilícitas genera un clima de inseguridad ciudadana superior al existente. Los concejales de ANV tendrán acceso a todos los datos de los demócratas que concurrimos en las listas electorales del País Vasco. Dispondrán de nuestra dirección, nuestro teléfono, etc. Y, como pueden comprender los lectores, no es alentador que un grupo pseudoterrorista disponga de tanta información.
Si el disfraz de Batasuna presenta su candidatura y obtiene representación política, un porcentaje de los impuestos recaudados por el Estado irán a parar a las arcas ensangrentadas de estos grupos que, podrán invertir en la acción social o, como cabe de esperar, en la financiación de ETA y de todo su engranaje político amedrantador.
La última razón apela a la ética de todos los ciudadanos que permitimos la participación de partidos violentos en nuestra democracia (esto es extrapolable a otros partidos ultras). Éticamente es incongruente y capcioso que ciertas fuerzas políticas partan con ventaja armamentística en la carrera electoral. Pero la lección aún no está aprendida y las conciencias aún no retumban. Los que atacaron a Antonio Aguirre y a Nerea Alzola, han entrado en nuestra democracia, pudiendo agredir, desde este mismo momento, con el aparato gubernamental en sus manos.
El acceso a las instituciones de estas organizaciones ilícitas genera un clima de inseguridad ciudadana superior al existente. Los concejales de ANV tendrán acceso a todos los datos de los demócratas que concurrimos en las listas electorales del País Vasco. Dispondrán de nuestra dirección, nuestro teléfono, etc. Y, como pueden comprender los lectores, no es alentador que un grupo pseudoterrorista disponga de tanta información.
Si el disfraz de Batasuna presenta su candidatura y obtiene representación política, un porcentaje de los impuestos recaudados por el Estado irán a parar a las arcas ensangrentadas de estos grupos que, podrán invertir en la acción social o, como cabe de esperar, en la financiación de ETA y de todo su engranaje político amedrantador.
La última razón apela a la ética de todos los ciudadanos que permitimos la participación de partidos violentos en nuestra democracia (esto es extrapolable a otros partidos ultras). Éticamente es incongruente y capcioso que ciertas fuerzas políticas partan con ventaja armamentística en la carrera electoral. Pero la lección aún no está aprendida y las conciencias aún no retumban. Los que atacaron a Antonio Aguirre y a Nerea Alzola, han entrado en nuestra democracia, pudiendo agredir, desde este mismo momento, con el aparato gubernamental en sus manos.
1 comentario:
La gente sólo sale a la calle cuando hay atentados. A mi me parece que hay que hacer más manifiestos, proporcionar más información y pedir mayor colaboración por parte de los periodistas honrados e intelectuales. Este problema es tan grande que habrá que hacer un esfuerzo tremendo. Según está la escena política tiene difícil solución, por mucho que lo denuncie el Sr. Rajoy.
Sé que hay muchos jóvenes universitarios y no universitarios que trabajan por erradicar el terror que existe en la sociedad, en especial en la vasca, pero no son suficientes. Hay que tener ánimo y seguir luchando.
Saludos
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