17 de abril de 2007

CARTA ABIERTA ACARLOS Y NEREA

Os vi el otro día, Carlos, Nerea, colegas, en la foto de portada de El Mundo y la cosa quedaba rara, como fuera de lugar. Era un algo extraño que le daba al periódico toda la realidad y la cercanía que, supongo, andarán persiguiendo cada noche los redactores de todos los periódicos del mundo –en minúscula- a base de teclear lo que han visto u oído durante el día. Descolorida está ya la expresión de que vale más una imagen que mil palabras, pero no tengo más que agachar la cabeza y acudir al tópico para referirme a vuestra foto. Porque resulta que ahora, cuando para asomarse a la portada de una publicación cualquiera hay que haberse cepillado a lo peorcito del barrio o lucir la gomina del poder, habéis saltado vosotros, en vaqueros y de la mano, a contar, ahí es nada, cómo os jugáis cada día el pellejo buscando una libertad que os está haciendo esperar ya demasiado. Cómo arriesgáis, no sólo lo que ya habéis conseguido, sino, lo que es aún peor, todo lo que en el futuro podéis llegar a tener, que esto es acaso –lo dice Clint Easwood en Sin Perdón- lo más duro de la muerte. El reportaje quedó como aquella entrevista exclusiva que le hicieron a Superman, sólo que de verdad y con acento vasco.

1 comentario:

Abel Sancho Tomás dijo...

Me sumo a todo lo que dices, y sólo decir que los miles de concejales constitucionalistas del país vasco y todos los demás defensores de la libertad allí sois héroes. Os admiro.